jueves, 18 de febrero de 2010

Vinos de Sudamérica



Con motivo de la 7º cata programada para el mes de Febrero me dispuse a organizar el evento siguiendo las pautas acordadas por todos los miembors del club. La necesidad de acotar la temática de la cata me llevó a decidirme por un cambio radical respecto a las anteriores, ya que hasta la fecha habíamos la mayoría de vinos probados eran españoles, exceptuando la cata de Berta (vinos italianos) y los Pinot Noir de Pep, que algunos eran de fuera.
Pues bien, mi intención era irme más al sur del Globo, a las regiones vitícolas situadas entre el paralelo 30 y el 35, y que comprenden países con tradición arraigada de la vid. De Este a Oeste encontramos, Chile, Argentina, Uruguay, Sudáfrica, Australia y Nueva Zelanda. Puesto que normalmente son 3 las botellas que descorchamos opté por centrarme únicamente en los países del contiente sudamericano.
Una vez decidio el tema de la cata, sólo quedaba encontrar los vinos de cada país, tarea que pronto se volvió ardua pues bien Argentina y Chile son exportadores de este producto, no sucede igual con Uruguay. Fue entonces cuando se me ocurrió una brillante idea, que a la postre resultó ser más bien mate. Por que no compartir con los miembros del club un regalo que mi familia del Uruguay nos hizo a Eli y a mi con motivo de nuestro enlace. Dicho regalo era una botella de vino uruguayo. La verdad es que éste se ajustaba bastante bien a los motivos que buscaba para la selección de las botellas de cada país. Cuando me refiero a que salió mate más que brillante es porque seguramente por la mala conservación del, éste salió rana. Para el argentino y chileno no tuve mayor problema en encontrar los que buscaba.
Como manda la tradición el organizador se encarga del maridaje. Y mira tu por donde todos los vinos coincidían en que era ideales para el acompañamiento de carnes rojas. Es sabido dentro del club mi pasión por los asados, por lo que no me tuve que exprimir mucho el cerebro. El tiempo no acompñaba, por lo que no podía montar el "tinglado" en la terraza. Es aquí donde entra en escena Luisa, mi madre, gran conocedora de la cocina uruguaya, y también ejecutora, me propuso cocinar la tira de asado (churrasco) al horno, a fuego lento. Con un entrante a base de Fainá de queso y rematado con un postre a base de panqueques de ducle de leche con nata y sirope de fresa. Gracias mamá!
A continuación expondré los vinos y motivos que me llevaron a su elección:
Vino Argentino

Terrazas de los Andes Selection Malbec 2007

Lo escogí porque esta bodega se centra en los mono varietales y en extraer su máxima expresión. Seleccionan cuidadosamente la variedad de acuerdo a la altitud de cada viñedo:
Chardonnay (1200m.); Malbec (1067m); Cabernet Sauvignon (980m.); y Syrah (800m.)


Nota de cata:
Color violáceo profundo, límpido y brillante. En nariz es complejo, aparecen notas florales a violetas junto con matices frutales como la cereza, típicas de la variedad. Su crianza en barrica le aporta aromas a canela y coco.
En boca es untuoso y redondo. De sedosos taninos y textura aterciopelada, se destaca la persistencia de aromas frutales y florales, resultando un vino elegante, carnosos y apetecible.

Fue el ganador de la noche, a destacar su excelenet RCP, 12€.




Vino Chileno

Manso de Velasco Cabernet Sauvignon 2006

En este caso no me decanté por la variedad típica de Chile, la Caménère, ni por la región más conocida. El motivo no fue otro que homenajear a Miguel Torres por su fuerte influencia en la mejora de los vinos de este país desde su llegada a principios de los 80.

Nota de cata:
Cereza intenso con borde púrpura de capa alta. Lágrima abundante y densa, tinta la copa. Extraordinaria riqueza aromática de frutos maduros y flores, vegetal (pimientos verdes). En boca es, potente, fresco, sedoso, amplio y de final largo.

Buen vino en su conjunto, pero el argentino le ha arrebatado el protagonismo por su excelente RCP.





Vino Uruguayo

Tannat Premier 2008

De la región de Salto a orillas del río Uruguay, el mismo lugar donde se implantó la cepa Tannat por primera vez en el Uruguay. El motivo de mi elección junto con el deseo de que los miembros del club probaran los vinos de este país.

Nota de cata:
Color granatoso pálido, extraño en un vino joven. Rápidamente salen aromas salados, olivada, incluso a berberechos, la cosa no pinta muy bien. En boca siguen estas percepciones saladas, falto de cuerpo, acidez algo marcada.
Desafortunadamente o el vino no estaba en sus mejores condiciones o no lo entendimos, desde luego no coincide con la nota de cata de la bodega. Habrá que darle otra oportunidad.

viernes, 8 de enero de 2010

100% Pinot Noir.



Hace ya más de un año empezamos a realizar una serie de catas que debíamos preparar cada uno de los integrantes de éste Club. La única pauta ha seguir es no superar el presupuesto asignado, por lo demás, el organizador tiene vía libre para poner encima de la mesa las botellas que crea oportuno. Ésta que presento ahora fue la primera que realizamos, una cata de monovarietales de Pinot Noir, uva tinta por excelencia de los vinos de la Bourgogne, requiere de un clima frío para lograr buenos resultados. La selección para esta cata es algo variopinta:

Daniel Belda Pinot Noir 2003, su elaboración es complicada y laboriosa, ya que después de la maceración termina de fermentar en barricas nuevas permaneciendo en sus lías durante un año. Color picota con ribete algo anaranjado, capa media-alta, brillante y limpio. En nariz aromas a fruta roja, notas florales (violetas) y especias, los tostados aportados por el paso en barrica nueva le dan una notable conjunción. Entrada potente, algo tánico, la madera toma demasiado protagonismo, cálido, de trago largo y persistente. Como curiosidad, comentar que un importador americano le compró la totalidad de dos de sus cosechas gracias a la película "Entre Copas".

Can Bonastre Pinot Noir 2007, sin duda el vino más flojo de la tarde, mucho ruido y pocas nueces. Muy buena presentación, la botella ha ganado algunos premios por su diseño, aunque el continente da un valor añadido, lo que importa es el contenido, y éste es el que defraudó. Color rubí tirando a teja, capa media-baja. En nariz destacan la fruta roja, frutos secos, especias en forma de pimienta negra y clavo. Su paso en boca deja mucho que desear, una acidez bastante elevada, falta de equilibrio, con aristas, algo de fruta madura en el retrogusto, astrigencia algo marcada.


Albert Bichot Bourgogne Pinot Noir "Vieilles Vignes" 2005, damos entrada a un vino francés de la Bourgogne, primer contacto con vinos de esta región. Indicado para esta cata monovarietal, nacido en la región donde se hacen los mejores vinos de ésta uva tinta. Se presenta con un color cereza muy elegante de capa media-baja. En nariz destacan los frutos rojos y negros maduros, confitura, algo de bolleria, lácteos. En boca muestra cierta astringencia, de trago algo corto, no es muy persistente y falto quizá de cuerpo. En general se ha quedado por debajo de nuestras expectativas, eso sí, su precio también hay que tenerlo muy en cuenta, 10.50€, correcto!


Saint Clair 2007 Vintage, con la entrada de este vino damos un cambio de rumbo y nos vamos hasta Nueva Zelanda, proviene de una bodega relativamente joven, Saint Clair Family Estate, sus vinos ya desde las primeras añadas empezaron a cosechar muchos premios. Esta bodega produce varios monovarietales que van desde las blancas Sauvignon Blanc, Pinot Gris, pasando por la Riesling y la Gewürztraminer...hasta las tintas Merlot o el Pinot Noir que hoy nos concierne. En primer lugar comentar que se presenta en tapón de rosca, poco a poco empezamos a ver más vinos con este tipo de cierre, sobre todo en vinos jóvenes. Igual que el anterior, éste también nos lo recomendaron, así que vamos a ver que tal salió. Color rubí brillante de capa media-baja. En nariz aparecen rápidamente los aromas típicos de esta variedad, fruta roja, fondo floral (violetas), balsámico, especiado y ligeros tostados. En boca es elegante, sedoso, equilibrado, amplio, taninos bien integrados, goloso, muy bueno! Sin duda, el mejor de la contienda, eso sí, también el de mayor precio, sobre los 18€, muy correcto, lo recomendamos!


Aun nos queda mucho por probar de monovarietales de Pinot Noir, pero con esto nos hemos hecho una pequeña idea de lo que nos podemos encontrar al descorchar un vino de ésta uva, sólo esperar que las próximas botellas de Pinot Noir nacionales que tomemos nos aporten algo más, seguiremos buscando...

domingo, 20 de diciembre de 2009

Visita al Priorat, primera actividad V&T


El año pasado decidimos pasar el puente de la Purísima en la zona del Priorat, provincia de Tarragona, visitando varias de las bodegas que conforman la D.O. Priorat y Montsant. Estuvimos hospedados en una casa rural situada en la localidad de Albarca, la casa se llama Pla del Castell 1.

Volviendo a las bodegas, visitamos en primer lugar Mas Perinet , situada en la localidad de Poboleda. Esta bodega es relativamente nueva, concretamente del año 1998. Muchos la conoceréis sobre todo porque uno de los fundadores es el cantautor catalán Joan Manuel Serrat. En Mas Perinet lo primero que hicimos fue visitar las cepas, sorprende el sistema de terrazas que han patentado para aprovechar al máximo los terrenos. Cuentan con una tecnología muy avanzada, y desde luego la forma de cuidar la cepa dista mucho de otras bodegas más tradicionales de la zona. En Mas Perinet toman el pulso a la vid, utilizan el sistema de riego por goteo e incluso ahuyentan a las plagas mediante hormonas… Tras la visita a la viña, pasamos al interior de la bodega, donde destaca sobre todo su sala de barricas excavada en el subsuelo, paredes rugosas donde se puede apreciar la pizarra típica del Priorat (licorella) y donde incluso aparecieron fósiles de eras pasadas. La arquitectura de esta sala recuerda a Gaudí, con columnas y mosaicos bastante parecidos a algunas zonas del Parc Güell. La verdad es que esta sala es impresionante, entre la arquitectura, la luz y las barricas uno se siente muy a gusto en ella. De esta sala pasamos a la de catas donde nos esperaban 3 de los vinos de esta bodega: Clos María, Gotia y Mas Perinet. Tras este derroche de modernidad, diseño y tecnología visitamos el Celler Cecilio en la localidad de Gratallops, celler que data de 1942. Como era de esperar, una bodega mucho más sencilla, rústica y tradicional y donde el propio Cecilio nos guió durante la visita. Los vinos de esta bodega no tienen nada que envidiar a otros de la zona. Catamos 3 vinos: L’Espill, Celler Cecilio tinto y Celler Cecilio blanco. Aprovechando que estábamos en Gratallops y que habíamos leído muy buenas críticas sobre él, decidimos comer en el Restaurante El Piró. Comimos muy bien, además descubrimos un vino que producen ellos mismos, cuya relación calidad precio (sobre 15 €) es muy correcta, se trata de La Guinardera. Nos gustó tanto que compramos varias botellas en la tienda de al lado, que también pertenece a los del Piró. La otra bodega que visitamos fue Gratavinum, ubicada en Gratallops. Quizás de las tres visitas fue la más entrañable. En primer lugar quedamos con el propietario de la bodega, Joan Cusiné en la misma entrada al pueblo. Él se presentó con su mujer y otra pareja amigos de ellos y lo primero que nos enseñaron fueron las cepas. La forma de hablar de la tierra y del vino ya demostraba que en esta familia había tradición, vocación y amor por el vino. Después nos contaría que tienen dos bodegas más, una en el Penedés (Parés Baltà) y otra de adquisición más reciente en Ribera de Duero llamada Dominio Romano. Tras la visita a las cepas, nos trasladamos a la bodega, donde además de enseñarnos cómo elaboran el vino pudimos ver cómo elaboran el aceite que también producen. En la cata pudimos probar lo siguiente: Aceite Gratavinum Reserva Privada, 2 Л r 2006, GV5 2006, Dominio Romano 2006. Con la familia Cusiné nos encontramos como en casa, nos divertimos mucho con ellos y esperamos volver a visitarlos en su bodega del Penedés. Esto fue básicamente el viaje al Priorat, donde sus vinos y sus gentes son el reflejo vivo de lo mejor de esta tierra.



martes, 24 de noviembre de 2009

Maridaje de altura.


Ya van unas cuantas ediciones de maridaje, esta vez, pero, había un aliciente más, era el 34 cumpleaños de unos de los miembros del Club, Jordi Castelló, por lo que invitaba a esmerarse un poco más en el menú y en la elección de los vinos. Esta vez la responsabilidad recayó en lo hombres. Debíamos preparar un menú a la altura del evento y, como no, intentar mejorar los anteriores. Rápidamente nos pusimos deacuerdo en los cuatro platos que conformarian el menú, el ingrediente estrella serían la setas!

Un entrante, Ensalada con carpaccio de Ous de Reig y vinagreta de parmesano, un plato a simple vista sencillo, pero a la práctica muy laborioso. La vinagreta de parmesano reslataba el sabor de esta exquisita y escasa seta, en conjunto un excelente entrante para empezar la contienda. Para acompañar la ensalada, Nacho decidió ir por los senderos de un blanco, un Ribeiro, Cuñas Davia 2008, un vino fresco, afrutado, buena acidez, invita a seguir tomando, acertado para el palato que nos acompaña.


El primero, Rissoto de setas, nuestro maestro en arroces, George, nos deleitó con un soberbio Rissoto digno de los mejores restaurantes italianos. Un plato con una buena base de setas, Camagrocs, Ceps y Trompetes de la Mort, un arroz especial para la ocasión, "Illa de Riu", del Delta de l'Ebre, y todo ello ensamblado con un sustancioso caldo, el resultado, un Rissoto jugoso y al punto. Unos filetes de foie culminan la cima de éste plato. Un Castro de Valtuille 2005 fue el encargado de bañar este sorprendente primero. Este vino es una buena representación de la Mencía del Bierzo, intensos aromas a fruta madura, especiados, balsámicos, las notas de crianza aparecen en forma de tostados, cafés y regaliz. Amplio en boca, sabroso, cierto amargor final, largo recorrido, un excelente vino para maridar este Rissoto de setas.


El segundo, Mousaka de Níscalos bañada en bechamel de Trompetes de la Mort, una combinación de hortaliza, carne picada y setas muy interesante. Su complejidad aparecía a la hora de maridar esas berenjenas siempre dispuestas a "cargarse" cualquier vino que intente poner freno a su amargor. Finalmente, y gracias a los sabios consejos de Oscar, me decidí por un Riseling de Barzen, Riesling Auslese Edition Alter Reben Trocken 2007 (magnum), qué gran elección!! Decantado 5 horas antes, notas muy marcadas a goma de neumático nuevo, fruta tropical, cítricos, dejes minerales característicos de su procedencia, un excelente vino con una vida por delante muy larga!

Por último el postre, quizá el plato más elaborado y laborioso de los cuatro, Buñuelos del Empordá con espuma de Ceps y crujiente de Rusiñols. Éste postre está formado de tres partes diferenciadas, los buñuelos, quizá la parte más sencilla pero no por ello menos costosa. La realización de la espuma, hay que llevar a cocción una serie de ingredientes y después ponerlos en el depósito del sifón, menuda arma!! Es la primera vez que utilizábamos un útil de estas caraterísticas en nuestra cocina, de ahí su complejidad. Hay que decir que no salió como esperábamos, ya nos habían avisado que las primeras veces es difícil que salga bien. Y por último, la preparación de la masa para el crujiente de Rusiñols, todo un logro a ver culminado este postre, Jordi, enhorabuena por esta obra de arte!! Como remate final un Eiswein 2001 de Barzen, menudo caramelo para terminar este completo menú. Lo abrimos al mismo tiempo que el otro Riesling, cítricos, fruta madura, equilibrio diria que casi perfecto entre dulzura y acidez, trago largo, cierta mineralidad, un lujo de vino, lástima que las botellas sólo contengan 37 cl. de éste preciado elixir.





lunes, 9 de noviembre de 2009

Tasta Porrera! 2009: Una gran iniciativa


Este pasado fin de semana hemos asistido al Tasta Porrera 2009, organizado por los Cellers de Porrera, un acto que se celebra anualmente en dicha localidad.
Como ya nos habían avisado a través de la web de Verema de la cantidad de gente que se reúne cada año, a las 8.00h de la mañana salíamos desde Sant Cugat de Vallés camino hacia Porrera.
A las 9.15h ya estábamos aparcando. Decidimos entrar en el bar Priorat, en la plaza del pueblo, donde desayunamos un buen bocadillo de longaniza de la tierra que nos recomendó una de las señoras que regentan el establecimiento.
Tras llenar el estómago decidimos dar una vuelta por el pueblo. Lo que nos sorprendió fue que en la misma plaza ya te encuentras con varias bodegas, Celler Vall Llach, Sangenís i Vaqué, y una tienda especializada en vinos. Señal de que en esta comarca el vino es mucho más que una tradición.

No pudimos ver más, puesto que otros dos miembros del Club llegaban en ese momento al pueblo y volvimos al bar para acompañarles mientras desayunaban. Eran las 11h de la mañana, y a partir de ese momento, no volvimos a salir de la plaza hasta las 15.00 h de la tarde.
En el centro de la plaza habían montado una carpa rectangular bastante grande con una barra en el interior que daba a los 4 costados. Es aquí donde los 16 cellers que organizaban el evento servían sus vinos.

Además de esta gran carpa, teníamos 3 más:
1. La carpa de los tickets: Por una lado, alquilar una copa Riedel costaba 5 euros, si conseguías no romperla después de la cata, te devolvían ese dinero.
Por otro lado los tickets de vino, 10 euros te permitían probar 12 vinos.
Y por otro lado la comida, 7 euros te daban la posibilidad de probar 3 raciones de comida a elegir entre 5 platos diferentes.

2. La carpa de la comida: Donde después de que se agotaran todas las existencias, tuvieron la gran idea de dar coca de recapte para los que aún tenían hambre.
3. La carpa de venta de vino: Donde podías comprar los vinos expuestos un 15-20 % más baratos que en tienda.

La verdad es que disfrutamos como enanos. De entre todos los vinos catados, destacamos cuatro: Idus 2007 de Celler Vall Llach S.L. , Osmin 2005 de Merum Priorati S.L., Sine Nomine 2004 de Domaines Magrez Espagne S.L. y Clos Petó 2007 de Clos Dominic S.L. Por supuesto sin despreciar ninguno de los otros, pero en estos cuatro todo el Club estuvo de acuerdo.
El año que viene volveremos seguro. ¿Cómo no? Buen vino, buena comida y sobre todo buena gente. Una gran iniciativa por parte de los Cellers y los Restaurantes de Porrera.